_ Residencia 8-12 de abril 2024
_ Taller 12 y performance el 13 de abril
Objetivo:
En esta residencia de una semana, mi atención se centra en la exploración del acceso y la exposición de la intimidad, reconociendo su naturaleza inherentemente subjetiva. Para captar la intimidad, un requisito previo es definirla. A través de una amplia gama de ejercicios físicos y de conversación, mi objetivo es aclarar lo que significa la intimidad para mí y también explorar las definiciones únicas que otrxs tienen. Al navegar por las intersecciones de estas perspectivas subjetivas, pretendo utilizarlas como herramientas para experimentar con un enfoque performativo para revelar la intimidad.
Compartiendo intimidad:
Reconociendo que el acto de compartir juega un papel notable en la experiencia de la intimidad, la residencia concluirá con un taller para compartir mi práctica y una actuación para transmitir mis descubrimientos personales sobre la intimidad.
Preguntas clave para la exploración:
- ¿La intimidad está relacionada con la vergüenza? ¿De qué manera?
- ¿Cómo es la intimidad sin vergüenza?
- ¿Cómo es la intimidad con confianza?
- ¿Es posible experimentar intimidad contigo mismx? Si es así, ¿cómo se ve y se siente esa experiencia?
- ¿De qué manera podemos permitir y descubrir intimidad en constelaciones que van más allá del concepto de dos?
Al profundizar en la intimidad profunda y aceptar la vulnerabilidad, la residencia tiene como objetivo establecer una práctica que resista activamente las normas patriarcales. Esta resistencia tiene sus raíces en la creencia de que desafiar las estructuras sociales es inherente a la búsqueda de conexiones auténticas.
Explorando la suavidad y la sensibilidad:
Mi enfoque en los momentos íntimos surge de la creencia de que la verdadera intimidad surge cuando compartimos la vulnerabilidad, ya sea exponiéndola o invitando a otrxs a descubrirla. Particularmente, me intriga la piel suave, fina y sensible del cuerpo y las experiencias transformadoras que surgen al prestar atención a estas áreas, ya sea en un sentido físico o metafórico. ¿Qué pasa con nuestra intimidad cuando nombramos estas partes del cuerpo, qué significan para nosotros y cómo se sienten? ¿Qué pasa con nuestra intimidad cuando te permito tocar esa parte, mirarla, darle me gusta, etc.?
Participación de la comunidad:
Para enfatizar la naturaleza colaborativa y exploratoria de esta residencia, invito a artistas locales a unirse a este «grupo de estudio» colectivo. Creo que las perspectivas diversas y las experiencias compartidas enriquecerán nuestra exploración de la intimidad, fomentando un entorno de aprendizaje colaborativo. Mi objetivo con esta investigación es crear una práctica que pueda expandirse más allá de la residencia. Espero que todxs podamos practicar la intimidad no sólo en nuestra vida privada, sino también en contextos diferentes, tal vez más desafiantes.
Matilde Flor Usinger
Matilde Flor Useder creció en un ambiente circense en Copenhague, Dinamarca. Después de muchos años de formación en gimnasia, buscó una forma más libre de expresión física, lo que la llevó a seguir una carrera en danza y actuación. Recibió su formación básica en Nya Malmö Latin y luego completó tres años de formación profesional en danza en Balance1 en Berlín. Matilde ha exhibido varios trabajos grupales y solistas en Sophiensaele, Uferstudios y ada-studios de Berlín, así como también participó en varias actuaciones interdisciplinarias específicas del sitio.
Su viaje hacia la exploración del movimiento y la performance continúa mientras desarrolla proyectos colaborativos. Actualmente, colabora con la actriz Nanna Finding Koppel en el proyecto HEJ FAR, financiado por la Danish Arts Foundation, mientras crea y cura en MF Studio.
Matilde pretende encarnar el feminismo académico interseccional, desafiando las estructuras sociales. Integra conocimientos en el cuerpo, explorando temas como la sexualidad, el feminismo, el orden mundial, el género y la supremacía del cuerpo blanco. Su enfoque se extiende a la exploración de la intimidad, conectando con otros en los niveles emocional, intelectual, físico y espiritual. Ella cree que aceptar la vulnerabilidad fortalece conexiones más profundas y auténticas, mejorando el crecimiento personal y las relaciones.